Normalmente tendemos a temerle a estar solas. Ya sea por vergüenza, preocupación por la opinión de los demás, temor a sentirnos incomprendidas, o por cualquier otra razón.
Sin embargo, aprender a pasar tiempo consigo misma también tiene sus beneficios. La soledad es un nuevo camino hacia disfrutar la vida de otra forma, incluso desde el amor propio. Por eso, aquí te presentamos cuatro perspectivas diferentes desde las cuales puedes replantear la soledad.
La soledad es para todas
Debemos cambiar la idea de que estar sola es sinónimo de fracaso. En realidad, es para todas, porque tú misma serás la única que va a convivir contigo siempre. ¿Qué mejor que aprender a llevarse bien consigo misma y disfrutar de su propia compañía? Así que cualquiera puede -y debería- aprender a estar sola. Una vez que te sientes cómoda estando a solas, el resto de tus relaciones mejora.
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Soledad y estar sola no es lo mismo
Aunque a menudo se usan como sinónimos, son cosas diferentes. Estar sola es más una decisión consciente; son momentos de reflexión, tranquilidad, introspección, de tener un plan contigo misma, escucharte y consentirte. Tiene un impacto positivo y te genera felicidad.
Por otro lado, la soledad es una sensación de aislamiento, tristeza, melancolía, agotamiento o inquietud que puede ser provocada por una situación impactante o incluso algún padecimiento como la depresión. Es sentir que, a pesar de tener alrededor a más personas, nadie te entiende. Si este último es tu caso, te sugiero acercarte a un profesional de la salud mental para recibir acompañamiento.
Hay que alimentar las relaciones humanas en persona
Es cierto que las redes sociales nos acercan a amigos o familiares que están lejos, pero desafortunadamente, también se han vuelto un distractor durante las convivencias reales. Cada vez es más frecuente ver amigos, familias y parejas que están con el teléfono y se les olvida platicar y convivir.
Una relación que no convive en la vida real está destinada a terminar. Si no quieres quedarte sola por perder tus relaciones, cuando estés en compañía te sugerimos dejar a un lado tu teléfono y pasar un tiempo de calidad con tus seres queridos.
Querer estar sola (y disfrutarlo) no significa ser un grinch
Aprender a estar sola tampoco quiere decir que ahora tengas que ser como un grinch ermitaño que odia la felicidad y compañía de los demás. Más bien, son pequeños momentos que eliges para ti, y que no implican que te aísles.
Puede ser desde el trayecto hacia el trabajo con la música que disfrutas, dedicar una hora a hacer ejercicio, cocinarte, relajarte mientras te das un baño, o hasta ir por un café, al cine o un concierto sola, o simplemente ejercer tu derecho a descansar y no hacer nada, cualquier momento que tú elijas. El punto es encontrar un estado de soledad creativa o restaurativa, donde puedas pensar, ordenar y cuidar tu mundo interior.
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Imagen de portada: Freepik